Verdadero y Falso del Swinger

20.04.2020

El ambiente swinger está lleno de mitos y mentiras, de descubrimientos y encuentros, todos signados básicamente por las películas pornográficas y las altas expectativas.

El sexo swinger, en estricto sentido, es el intercambio de parejas, ya sea entre dos parejas o más a la vez, pero hay variantes que, aunque son rechazadas por las parejas swinger tradicionales, son aceptadas por otras. Hay parejas que practican, aparte del intercambio, una, dos o más de esas variantes: Intercambio de parejas (total o no), Sexo en grupo, Tríos (hmh y mhm), Masturbación en grupo (esta variante está creciendo mucho), Sólo ver, blizz, Cuckold, Cukqueen, BSDM, Vouyer, etc.

Por supuesto hay varias vías de llegar a la comunidad swinger, también muy variadas en información y resultado; la INTERNET con páginas swingers, redes sociales, clubes swingers y reuniones y fiestas swinger.

Pero la desinformación reinante al ser un estilo de vida tan discreto y exclusivo está determinada en primera instancia por las películas porno, mismas que en su temática y espectacularidad cognitiva genera muchos mitos, falsos criterios y falsas expectativas y en segundo lugar por la creencia de que es un ambiente se sexo fácil.

En nuestra experiencia podemos enumerar un listado de creencias verdaderas y falsas, que nos pueden permitir entender una realidad signada por el mito del porno, las barreras morales tradicionales y por las falsas expectativas:

"Las parejas swingers son una especie de monstruos sexuales con apetitos perversos y ninfómanos".

FALSO, son parejas con una sexualidad normal, con los mismos miedos y deficiencias que los no swingers, aunque aprendemos a compartir con otros los momentos de placer.

"Las parejas ingresan al swinger porque el caballero no pueda satisfacer a su pareja o viceversa".

FALSO, es una complicidad sexual para mejorar las experiencias sexuales de ambos y revivirlas en pareja.

"El ambiente swinger estimula el erotismo de la pareja"

VERDADERO, el nivel de complicidad sexual aumenta el libido marital puertas adentro.

"El swinger es como se vé en las películas porno".

FALSO, nada es automático como en las películas, depende de coordinar y tener empatía con otras parejas.

"El swinger es un estilo de vida libertino y sin control"

FALSO, es una comunidad muy seria, regida por muchas reglas y códigos de conducta.

"Si vamos a una reunión, fiesta o club swinger debemos tener sexo obligatoriamente con otras parejas"

FALSO, En ninguna reunión o loca el sexo es obligatorio. Cada pareja juega en el momento que se sienta cómoda y segura.

"Las pareja swinger sientan celos"

VERDADERO, más allá de los encuentros sexuales compartidos, en la vida real siguen sintiendo los mismos celos que cualquier otra pareja.

"Las parejas swinger gustan de ser espectáculo visual de otras parejas".

FALSO, el swinger es un camino de dos vías, para ver hay que ser vistos. No es porno en vivo.

"Las parejas swinger corren el riesgo de hacer de esas relaciones liberales un hábito por encima del sexo en pareja"

VERDADERO, el sexo al igual que todo estimulo humano puede convertirse en un vicio, el swinger puede peligrosamente sustituir el sexo en pareja, si no se tiene claro el por qué se hace.

"Las parejas swinger son modelos de perfección física".

FALSO, Las parejas swingers son padres, hijos, hermanos, no son actores porno, ni las chicas son prostitutas. Son personas comunes, gordos, flacos, blancos, negros, altos, bajos, etc.

"Las chicas en el mundo swinger siempre estén dispuestas a tener sexo con cualquiera, cuando sea".

FALSO, son dueñas de su cuerpo y su sexualidad, deciden cuándo, cómo y con quién.

"El hombre es quien decide"

FALSO, El swinger es un mundo de mujeres.

"En las parejas que viven a plenitud las relaciones swinger, son las mujeres las que llevan la batuta"

VERDADERO, ellas escogen la ocasión, deciden el ritmo y la intensidad, escogen los juegos y la duración. Una verdadera pareja swinger se reconoce por el mando, discreto o evidente, de la mujer, aunque sea a los hombres a los que les toca tomar los primeros acuerdos de acercamiento.

"La actividad swinger es siempre satisfactoria"

FALSO, hay encuentros que son un fracaso. Más aún, casi la mitad de ellos no resultan.

"El swinger soluciona problemas matrimoniales"

FALSO, al contrario puede ser el detonante definitivo para una ruptura.

"El voyerismo y el exhibicionismo son factores esenciales de mundo swinger"

VERDADERO, es cierto que, en distintos grados, todas las parejas, swingers o no, se sienten atraídas por vivir situaciones en las que se involucren estos elementos. La diferencia es que las parejas liberales sí las viven y las otras las dejan en el terreno de las fantasías, que tampoco es algo que enaltezca a un tipo de pareja y disminuya a otra

"Existe el sentimiento de culpa el día después del encuentro swinger"

VERDADERO, en al menos el 60% de las mujeres de las parejas que inician, presentan un importante sentimiento de culpa luego de haberse entregado al sexo compartido, pero también es verdad que ese sentimiento va disminuyendo en la medida que con comunicación y paciencia la pareja haga del swinger un juego donde el disfrute juntos sea la regla principal.

"Me desinhibo y disfruto mas si me excedo de alcohol"

FALSO, al 100% de las parejas swinger no les gusta jugar con personas o parejas excedidas de tragos, el swinger hay que vivirlo con responsabilidad y en total plenitud de condiciones. El sexo debe ser el mayor desinhibidor.

Ciertamente hay muchas barreras que romper para dar los pasos hacia el swinger, y la única manera de subsistir en esos primeros pasos es entender que la realidad y el porno son totalmente diferentes y que mientras mayores sean las expectativas o exigencias para cumplir una fantasía, menor es la posibilidad de que se cumplan.

Ustedes seguramente tendrán muchas preguntas más, pero es importante entender que sea cual fuere su duda; deben tomar en cuenta que en el swinger la dama es la que manda, nada es obligatorio, todo debe ser coordinado y que la comunicación y los acuerdos entre la pareja son fundamentales.

Por: Angel Arvelaez